Aunque son muy parecidas a las Galletas de Philadelphia, las proporciones de ingredientes son distintas y si bien las primeras quedan duritas y como hojaldre, estas saben más a queso y quedan algo blandas en el interior. Por lo que finalmente son dos galletas totalmente distintas por si quieres probar.
Cada vez encontramos más quesos en crema de distintos sabores: Finas hierbas, roquefort, tomate y orégano, jamon york... Imagina cuantas galletas saladas distintas para aperitivos se pueden hacer reduciendo el azúcar de los ingredientes. Yo desde luego tengo que probar con el roquefort!
Ingredientes
350 grs. de Queso en crema de untar
225 grs. de Mantequilla en pomada
75 grs. de azúcar (algo más para rebozar)
300 grs. de Harina
1 cucharadita en polvo de levadura en polvo tipo Royal
1/4 cucharadita de sal
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Mezclamos todos los ingredientes obteniendo una masa algo pegajosa.
Espolvoreamos con harina una hoja de papel de horno y colocamos encima la masa
Echamos un poco más de harina encima de la masa, tapamos con otra hoja de papel de hornear y estiramos la masa con ayuda del rodillo de amasar dejándola de un grosor de medio centímetro aprox.
Guardamos la masa en el frigorífico durante 1 hora.
Sacamos y cortamos con el molde elegido. Presionamos una cara contra azúcar y las vamos colocando sobre la bandeja cubierta con papel de hornear.
El azúcar de la superficie les dará un bonito color dorado además de caramelizarlas
Si hiciéramos estas galletas saladas lo que haríamos sería espolvorear en la superficie sal, orégano, otras hierbas e incluso algún queso más fuerte como parmesano
Los restos de masa los juntamos, amasamos y cortamos hasta terminarla.
Si la masa se calienta será imposible trabajar con ella, si nos ocurre la guardamos en el frigo un cuarto de hora para poder seguir con ella.
Horneamos a 180 grados durante 15/18 minutos aprox. hasta que las veamos doradas.
Sacamos y dejamos enfriar para que endurezcan.
Espero que os gusten!
Tienen que estar riquisimas...
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